1 – Evitar calcetines de algodón. Es importante comprobar en la información de composición del calcetín que no contenga ningún % de algodón. El algodón es una fibra natural y que aporta gran confort, pero su gran tendencia a absorber humedad sin capacidad para expulsarlo hace que el pie se mantenga húmedo durante toda la actividad por el propio sudor o en condiciones de lluvia y humedad. La humedad continua hace que la piel de los pies se reblandezca y aparezcan las temidas ampollas. Además, estas condiciones de alta humedad facilitarán la proliferación de hongos. En condiciones de humedad el algodón perderá su capacidad para calentar los pies, por lo que si nos encontramos en un ambiente frío, nuestros pies también los estarán.
2 – Elegir entre calcetines producidos con un 100% de fibras sintéticas o calcetines que combinen fibras sintéticas y fibras naturales. Ambos tipos de calcetín serán aptos para el senderismo o trekking. Sin embargo, cada tipo tendrá sus ventajas e inconvenientes.
Los calcetines de fibras sintéticas proporcionarán gran durabilidad, buen ajuste y capacidad de secado. No obstante, este tipo de fibras facilitan la producción de malos olores y en condiciones húmedas perderán gran capacidad de aislamiento térmico. Al estar fabricados en fibras 100% derivadas del petróleo, los hace memos sostenibles y aumentar la contaminación por micro-plásticos.
La otra alternativa es combinar fibras naturales con fibras sintéticas. La única fibra natural que en la actualidad puede ser alternativa a las fibras sintéticas es la lana Merino. Esta fibra por su alta capacidad para absorber el sudor y expulsarlo al exterior, su gran confort, y propiedades inodoras, además de proporcionar un gran aislamiento térmico en condiciones de humedad hacen que sea la fibra ideal para el trekking o senderismo. Al ser una fibra natural, su desgaste será mayor que el de las fibras sintéticas, es por ello que un calcetín de 100% lana Merino no sería recomendable para la actividad outdoor. En cambio, combinada con fibras sintéticas el las zonas de mayor desgaste y de ajuste, proporcionará la combinación perfecta.
3 – Ajuste y durabilidad. Es importante que el calcetín se ajuste perfectamente al pie sin que aparezcan arrugas o zonas donde el calcetín no esté en contacto con el pie. Un buen ajuste evitará que el calcetín se mueva y produzca fricciones con la piel, lo que llevará a la aparición de ampollas o erosiones cutáneas. Además se deberá comprobar que el calcetín posee una construcción sin costuras, de lo contrario la zona de la costura podría producir rozaduras. Por otro lado, el uso de fibras de alta calidad proporcionará mayor durabilidad al retrasar el desgaste, y mantendrá la estructura del calcetín por más tiempo, lo que evitará que el calcetín pierda su capacidad de ajuste demasiado pronto.