El uso del algodón en prendas destinadas a la actividad física en general, y a la actividad outdoor en particular, presenta notorias deficiencias.
- La fibra de algodón es extremadamente eficaz en la absorción de humedad, sin embargo, es incapaz de expulsar la humedad al exterior con facilidad, por lo que las prendas se mantendrán húmedas por más tiempo. Esta característica hace que el algodón sea especialmente poco recomendable para el uso en calcetines de trekking o senderismo, ya que será incapaz de mantener el pie seco, lo que ablandará la piel y producirá rozaduras.
- Ofrece una pobre regulación térmica. A diferencia de la lana, el algodón no es una fibra aislante de las condiciones del exterior. Al ser incapaz de expulsar la humedad al exterior, esta humedad actuará como conductor tanto de frío como del calor exterior hacia el cuerpo. Puede ser especialmente peligrosa en condiciones de frío intenso, pues podría llevar a la hipotermia.
- Aunque se trata de una fibra natural y retardante del mal olor, las plantaciones de algodón requieren de una cantidad ingente de agua para ser productivas. Para producir un kilo de algodón se necesitan unos 10 mil litros de agua. Aunque existen alternativas como llamado “algodón orgánico” la regulación de este tipo de tejido está en entredicho por las numerosas falsificaciones, además de la falta de consenso sobre los criterios para determinar si un algodón es orgánico o no.
En Skaapherder solo recomendamos el uso de algodón para la práctica de actividades poco exigentes o para los momentos de descanso en climas templados. Al ser una fibra natural, proporcionará mayor confort que cualquier fibra sintética además de mantener alejados los malos olores.