LANA MERINO

El orígen

Este tipo de lana toma su nombre de la raza de la oveja que la produce, en este caso la oveja Merina o Merino.

Esta raza surgió en la Península Ibérica durante la Edad Media, y es posiblemente el resultado de la hibridación de ovejas procedentes del norte de África, con otra raza autóctona. En un principio las ovejas merinas eran negras. La lana negra tenía el inconveniente de que no podía ser tintada en otros colores. Ante el aumento de la demanda de prendas de color, los criadores de ovejas fueron seleccionando ejemplares hasta conseguir lanas blancas como las usadas hoy en día. Estas lanas blancas permitían ser teñidas por una gran variedad de tintes de la época.  

Monopolio en España

La lana de oveja merina era la más apreciada dada su gran finura, lo que proporcionaba un tacto muy suave.

España concentró un monopolio desde la Edad Medía hasta el S. XVIII en que fue introducida en Francia. Durante el periodo de monopolio, la exportación de ovejas estaba castigada con pena de muerte pues la lana Merino era un producto único en el mundo y proporcionaba grandes beneficios a la Corona.

La lana era vendida a los mejores artesanos de Europa, especialmente de Flandes e Italia, para la elaboración del tejido de paño. La producción y comercio de esta lana estaba regulado por una agrupación gremial conocida como Consejo de la Mesta que contó con gran poder durante esta época. Tras fabricación de las telas, estas eran distribuidas por todo el mundo, principalmente desde los puertos neerlandeses.

Tras el fin del monopolio en España, las ovejas merinas comenzaron a criarse en Francia y otros puntos de Europa, pero rápidamente fueron trasladadas a otros puntos del mundo. Fue introducida, en primer lugar, en Sudáfrica a través de los neerlandeses y posteriormente a Australia y Nueva Zelanda.

A partir del S. XIX la producción entró en declive en España y resto de Europa, concentrándose desde ese momento, y hasta la actualidad, en zonas del hemisferio sur como: Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Patagonia.

LANA MERINO

Propiedades

Desde la Edad Media esta lana fue altamente apreciada para la confección de todo tipo de prendas, entre las que destaca el paño de lana destinado a la confección de prendas militares.

Por sus características estucturales, esta lana proporciona gran capacidad aislante, confort en contacto con la piel y durabilidad. La lana Merino fue el material más usado para protegerse de las inclemencias del tiempo hasta la llegada de las fibras sintéticas, que abarataron sustancialmente la producción.

Como ya hemos comentado, la lana Merino destaca sobre las demás lanas por su extraordinaria finura. El rango de finura en diámetro suele comprender entre las 15 y 25 micras, lo que proporciona a las prendas de lana Merino gran confort en contacto con la piel, al contrario de otro tipo de lanas que pican y no son tan agradables.

UNA ALTERNATIVA SOSTENIBLE

En la actualidad, la lana Merino vive un resurgimiento como alternativa frente a las fibras sintéticas no sostenibles.

La sociedad está cada vez más concienciada y está dispuesta a pagar un poco más por adquirir productos naturales de mayor calidad y que sean más respetuosos con el medio ambiente.

Las características de la lana Merino la hacen destacar sobre las fibras sintéticas, en especial, para las prendas destinadas a las exigencias del deporte y aventura en el medio natural.

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